jueves, 24 de diciembre de 2009

Día 4

No regresé a San Pedro. Necesitaba sentarme a comer en un lugar con vista privilegiada y, según recordaba, ningún restaurante de la zona me llamaba la atención. Preferí, entonces, caminar; saborear la ciudad poco a poco (como dicen algunos).
Escogí la Plaza Spagna. Me compré un cinturón (lo necesitaba) y exploré el resto de las tiendas pero no me llamaba la atención comprar nada. Luego escogí El Panteón para comer. En la noche, explorar Trastevere. No me gustó ningún lugar para tomar cerveza. Mejor probé un restaurante con buena calefacción, buen spaghetti alla bolognesa y bueno vino por 10 euros. Un día perfecto, diría yo.

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