martes, 27 de abril de 2010

Goodbye

No dejo de extrañarte...

Se va a morir. Y él también. Y ella. Y ella. Y él. Todos. Durarán no más de 12 ó 15 años. Y luego no quedará nada. Un vacío, tal vez; por la extraña pérdida, por la injustificación y la derrota.
Se va a morir. Se tumbará de lado, sobre el costado izquierdo, y dejará de respirar cuando el corazón se niegue a seguir latiéndole. Alguien estará a su lado. Y llorará; como yo, como tantos otros han llorado, y esperará que sólo sea cansancio, que sean unos segundos de agotamiento y que luego se levante para mirarlo a los ojos.
Luego el afligido centinela comprenderá todo. Cerrará los ojos y se le escurrirán las angustiosas lágrimas hasta caer sobre la alfombra. Le levantará del piso, para que esté sobre su pecho y le preguntará que hará cuando le necesite. Se despedirá una vez, dos veces, tres, mil.
Y así pasará el tiempo. Le recordará por ratos. Extrañará escucharle y hasta imaginará que le siente cerca. Una noche de trabajo escuchará una melodía nostálgica y le recordará. Pensará que no le olvidará nunca. Luego será cursi y soñará en cuánto desearía que algún día, dentro de muchos años, vuelvan a encontrarse, a correr por la calle y a mirarse como sólo ellos sabían hacerlo.

-Música: Goodbye, cortesía de Jan A.P. Kaczmarek

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