viernes, 28 de enero de 2011

Damon por Damon

Con el fin de recordar la maravillosa experiencia que tuve en el último viaje a NY, dejo aquí el texto que escribí sobre la entrevista con Matt Damon en relación a 'True Grit'. Para evitar que me demanden o encarcelen, aclaro que éste forma parte de la edición de marzo de la revista Conozca Más y los derechos totales (o cómo se diga) son exclusivos de la empresa para la que trabajo. Habiendo aclarado el punto, he aquí:

Matt Damon
Regresa del viejo Oeste para hablar de su experiencia en True Grit.

No entró a la habitación con una pistola que nos recordara a Jason Bourne. Tampoco vestía un sombrero y botas como en su papel de La Boeuf en el más reciente filme de los hermanos Coen. Matt Damon asistió a nuestra cita con jeans y comiendo una galleta de chocolate sin dejar de sonreír. Y cómo no estar feliz: acababa de hacer un sueño realidad. “No sólo era trabajar en un western sino ser dirigido por los hermanos Coen y actuar a lado de Jeff [Bridges] y Josh [Brolin]. Imagínate que suena el teléfono y los Coen te dicen que están considerándote para un papel en su siguiente película. ¡Es muy emocionante!”, dice Matt. Su preparación inició tan pronto entró en contacto con los directores. Dado que el objetivo no era rodar un remake del filme de 1969, no vio la película –que compró y ahora sigue sin abrir en su casa– ni pidió consejos de actuación a su amigo Clint Eastwood. “Sólo leí el libro. Es una gran pieza literaria que me había perdido. Luego leí la adaptación y yo que escribo guiones puedo decirte que es maravillosa”.
Para Damon, el encanto de True Grit está en el temple de acero de Mattie, interpretada por Hailee Steinfeld, que describe como una verdadera profesional. “Estaba en shock por la desenvoltura con que se movía. Yo tengo una hija de 12 años y verla a ella, de 13, era realmente alarmante [ríe]. Era interesante verla dirigida por los Coen porque no la trataban como a una niña, sino como a Jeff o a mí”, dice. Sobre el rodaje, Matt explica que le intrigaba saber qué pasaría si los Coen llegaban a tener alguna diferencia. Sin embargo, eso nunca sucedió: “Pienso que fue porque ambos leyeron el libro, lo amaron y planearon cómo hacerlo. Juntos hicieron el guión y los storyboards. Son unos maestros de la planeación y, si había alguna diferencia superficial, confiaban plenamente en el otro”.
Cuando ya se había terminado la galleta –y el café que dejó sobre la mesa– le preguntamos por qué el público actual debería de sentirse atraído por un personaje de western cuando pareciera que el cine contemporáneo está enfocado a superhéroes, tecnología y evolución. “Lo que sucede es que estamos preparando una segunda parte en donde los Transformers nos invaden. True Grit es solo el principio, luego haremos 14 secuelas y una nueva mezcla de Transformers”, bromea y todos los presentes estallamos en risas. “No, en serio, aunque haya 3D, superhéroes y en algunos casos se busque escapar y ver cómo alguien vuela en pedazos, nunca he perdido la fe en que hay público que sólo quiere ir al cine a ver una buena historia que esté bien narrada”, agrega.
Entre sus planes a futuro está el de desarrollar un nuevo proyecto con Ben Affleck y dirigir un filme propio. Está convencido de que siempre se debe trabajar en aquello que se ama y mientras describe su pasión por la actuación, su entusiasmo se vuelve contagioso. “No puedes hacer una película de superhéroes y trabajar dos años en ella sólo porque ‘es lo que funciona’. Con Good Will Hunting nos dijimos: aunque sólo la vea nuestra familia, la vamos a amar”. Tras asegurar que su única preocupación para lograr el éxito de la cinta de sus sueños es reunir presupuesto para producirla, reflexiona y –antes de salir del cuarto– exclama sonriente: “Quien sabe, a lo mejor puedo poner unos Transformers en ella”.

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