lunes, 5 de julio de 2010

Resultados garantizados

I.

Señora en el gimnasio (cuarenta y tantos años y con unos veinte kilos de más) escucha atentamente al entrenador:
–Acuérdate bien, mi amor. Nada frito, nada empanizado, nada de refresco, nada de café con pan en la mañana...

Señora afirma con la cabeza.

–...nada de dulces, nada de chocolates, nada de pastas, nada de plátano, nada de papa, nada de aguacate, nada de cereal...

Señora sigue afirmando con la cabeza (esta vez con cara de angustia mientras piensa en que prácticamente iniciará una nueva vida alimenticia).

–...nada de tamales, nada de tacos y nada de jugos –porque tienen mucha azúcar–. Si quieres fruta, puedes comer toronja. Para la comida, pescadito o pollo a la plancha y verduras con vegetales; brócoli o lechuga, por ejemplo. Y agua, mucha agua.

Señora ya no afirma. Mira a su torturador con angustia y los labios y cejas ligeramente distorsionados en señal de dolor.

–¿Está bien, mi amor?
–Sí, muchas gracias. Entonces nos vemos el martes.
–¿El martes? No, mi amor, tienes que venir todos los días.
–Bueno, entonces nos vemos mañana. Muchas gracias ¿eh?

Sobra decir que jamás volví a ver a la señora en el gimnasio. Con esa dieta, cómo no garantizar los resultados que promocionan afuera del lugar...

II.

Una pequeña redactora está sentada frente a su escritorio y lee sobre el aniversario del bikini. Para ilustrar el brevísimo texto que escribió sobre el tema, busca una foto de Jessica Biel luciendo la prenda. Observa las horas diarias en el gimnasio reflejadas en un par de brazos envidiables, el abdomen perfecto y recuerda que quizás no debió de haber comido aquella hamburguesa de Burger King a media tarde. De hecho, le perturba la idea de que ni siquiera pidió el refresco light. Del brócoli, toronja y lechuguita que el instructor señaló a la mujer del gimnasio, ni se diga.

Horas después del incidente, la pequeña redactora sigue firme en sus convicciones: No, no se convertirá en conejo. No se alimentará de zanahorias ni robará hortalizas. ¡No a la vida de una pequeña vaca! ¡Sí a los helados de galleta a media tarde! ¡No al arrepentimiento!

Para sellar el pacto, comete el último pecado del día: hambrienta, como siempre, acepta las quesadillas que su madre cariñosamente se ofrece a prepararle. Total, si jamás se tendrá el cuerpo de la señorita Biel, que valga la pena. Además ya es suficiente con negarse a comer ese pan con mermelada en el que venía pensando en el camino a la casa...

4 comentarios:

  1. La pequeña redactora se revela...ja ja...recuerda más vale prevenIMMS...=P

    Saludos

    Oxscar

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  2. La pequeña redactora elige el camino de la felicidad... ja
    Saludos.

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  3. Pero la hamburguesa de Burguer King SÍ tiene lechuguita... todo solucionado. BTW, el pie de manzana de McDonald's tiene trozos de fruta, he ahí otra opción sana.

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  4. ¿Y el inmenso postre de merengue de ayer? ¿Y los tres helados y cubierta de almendra que tenía adentro? Yum! yum! yum!
    ¡Culpa! ¡Culpa!
    Wait a second... Nehhh valió cada cucharada jajajajaja

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