domingo, 19 de julio de 2009

Quejas de una inadaptada

Todo me desespera: el tráfico, la gente impuntual, los vendedores que ponen mala cara (a pesar de que uno los salude sonriente y quiera hacerles plática), los señores de los estacionamientos que no hablan cuando pagas tu boleto, que los platillos se tarden en llegar cuando se supone que vas a un buen restaurante y las interminables colas del súper. Sí, mi tolerancia es nula y prácticamente todo logra ponerme de malas de un momento a otro. Sin embargo, creo que nada –ABSOLUTAMENTE NADA– puede molestarme tanto como el fútbol.

Dado que los estadios se llenan, la gente modifica su vida por intentar alcanzar a ver un partido en la tele, existen clubs de fans, ser futbolista es el sueño dorado de millones de personas y este deporte constituye una industria multimillonaria, he concluido que soy anormal. No tengo remedio. Y, esperando que ningún aficionado lea este post, declaro: No me gusta para nada, me aburre, me saca canas verdes cuando los jugadores cometen errores ESTÚPIDOS (como quedarse parados mirando como el adversario mete gol) y jamás dejaré de considerar que es una tontería que el mundo entero deje de respirar porque poco más de una decena de e-x-p-e-r-t-o-s corren atrás de una pelota blanca para intentar ‘meterla’ en una portería.
Lo he intentado todo: pintarme la cara durante los mundiales, ir al estadio con trompeta en mano, comer papas y echar la chela tirada en la cama y preguntar quiénes son los mejores jugadores y por qué se les considera así. Nada resulta. Soy incapaz de poner atención, emocionarme o considerarlo mi pasión en la vida.
Sin embargo, lo peor del caso es que este sentimiento me hace sentir inadaptada. Entonces decido darle otra oportunidad e intentar pensar que un partido más logrará hacer la diferencia y convertirme en una aficionada. Pero sigo fracasando. Han pasado 87 minutos desde el inicio del bendito juego. Desde entonces, ordené mis cajones, metí la ropa al closet, arreglé unos papeles, bajé por comida y ahora me dedico a escribir este post con tal de no volver a mirar la tele y aburrirme por ver un juego absurdo al que no le encuentro ningún sentido.

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