domingo, 7 de agosto de 2011

Al escritor

Se me hace que tiene el torrente sanguíneo infestado de letras, que el flujo de sangre que le inunda el cerebro y le permite escribir, está plagado de caracteres poéticamente dispuestos para su posterior propagación en la hoja de procesador de texto con garantía de manzana estadounidense dispuesta sobre el monitor. No le llamaré novelista, cronista o soberbio cacique de la columna. Para mí basta con decirle ESCRITOR. Le dejo de leer por meses, le olvido, quizá hasta lo traiciono un poco pensando que hay otros mejores que él. Luego, el deleitoso reencuentro, la inmersión abrasadora en ese piélago de audaces composiciones que me hacen reír frente a la pantalla o pensar: “carajo, que alguien me explique cómo haces para escribir tan bien”.
Se me hace que tiene el pensamiento permanentemente empapado de tinta, de ideas que adquieren un nuevo sentido cuando las transforma y retoca con su tan característico humor. Se me hace que sus brazos son como ramas, metafóricamente cortorsionados como imágenes que luego lleva a un papel virtual para seducir a quien posa su mirada en sus palabras. ‘Palabras’, ‘palabras’, que nos colmen tus palabras, querido J., que nos inundes de tus imágenes líricas, que nos colmes de tu escritura para que nos inunde la crítica, que caigan los velos, que se nos eleve el juicio. Quizá las puntas de sus dedos en realidad sean plumas fuente cubiertas de una falsa piel, quizá escribe aún mientras duerme y así afina sin descanso esa indiscutible y envidiable sensibilidad de narrador.

2 comentarios:

  1. ¿Plumas en lugar de dedos?....me recordo al joven manos de tijera.....=)...je je je...

    Saludos redactora


    Osxcar

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  2. Y las usa para escribir sin parar... ja

    Saluditos :)

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