miércoles, 22 de diciembre de 2010

Black Swan

Figura de marfil. Sutil abrazo en cada giro de las zapatillas de color pastel. Un pie antepuesto al otro. Sensualidad en la cadencia de sus giros y la coordinación de sus brazos danzantes. Levantando el vuelo con cada elevación de las manos delicadamente expuestas y los muslos cuidadosamente envueltos en la tela de nieve. Aleteo musical expresado en el ascenso y descenso de las extremidades que brillan frescas y transparentes sobre el escenario. La más hermosa imagen femenina flotando al ritmo de la melodía rusa. Oscilaciones coreográficas originadas en la armonía de su cintura desplazándose libremente por debajo de la luz azulada. Hipnosis articulada como obra de la danza. La vida en el subir y bajar de la mirada iluminada. La muerte en el estremecimiento de las piernas nacidas de la estética. El más bello suicidio que haya emergido de la inspiración humana. El cuerpo transformado en arte, silueta misteriosa que cautiva en su movimiento y curiosa exploración del baile que nace de la música.

Ayer vi Black Swan. Quedé fascinada. Recuerdos de Tchaikovsky y la estupenda dirección de Aronofsky. Obsesión y ballet. Obsesión y arte. Sigo maravillada. Es todo.

2 comentarios:

  1. No creo que haga falta preguntar si la recomiendas.... solo espero que la pongan pronto en cartelera...=)

    ¿Palomitas saladas o con caramelo?....=)

    Saludos

    Oxscar

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  2. Es una verdadera maravilla. Me parece que en México la estrenan en febrero.
    Saladas y de caramelo, ja
    Saludos :)

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