lunes, 10 de mayo de 2010

Posibilidad

Resulta que sí es posible viajar en el tiempo. Revelaría detalles, pero debo guardármelos para el trabajo.

¿A dónde iría, pues, si pudiera regresar al pasado? ¿Corregir errores que me fragmentaron el alma o revivir el éxtasis de las sonrisas por instantes felices?

Nada que pensar, elegiré lo segundo. Aquí mis diez razones para volver al ayer.

  1. Observarla recostada en un rincón. Llevármela a casa. Tenerla conmigo durante años y jugar a que no la perderé jamás.
  2. Mirar el reloj esperando saber si será niño o niña. Luego cargarla por las tardes; cantarle todas las canciones que me vienen a la mente para verla dormir.
  3. Contemplarla desde un transporte parisino que se pasea por encima del Sena. Sentir el delicioso escalofrío de no creerla cierta. 
  4. Comida china en una casa en la calle de Duna. Flores rojas flotando en una tina de mármol. Recordarlo ocho años después.
  5. Tomarse de las manos con ‘olincos’ que se despiden de la vida como la conocían hasta entonces. Desear que el ciclo hubiera durado un poco más. 
  6. Sentirse en el camino correcto. Una mujer de ojos verdes que lo confirme. Más de cuatro años de pasión filosófica. Jugar con la escritura. Crecer.
  7. Pasar la noche en Boston. Escuchar su música, tomar vino tinto, gozar de la experiencia estética. Callarme un secreto que nadie nunca conocerá.
  8. Inventarme canciones para reír durante horas. Jugar como niños. La mirada cómplice. El amor. Dormir durante horas.
  9. Vista al paraíso. Lucir como la más hermosa de las mujeres. Cenar desde las alturas. Perderse en la sublime iluminación de sus calles lejanas.
  10. Leerse como lo harán los demás. Desvelo fantástico. Escapar a fumar para encontrar inspiración. Volcar las ideas en el golpeteo del teclado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario