jueves, 19 de noviembre de 2009

El nuevo sueño guajiro

Hoy me enteré de que la composición y procedencia del 90% de la materia que conforma nuestra galaxia es un misterio para el hombre. Lo único que los expertos conocen sobre ella es el efecto gravitacional que ejerce sobre la materia que sí es visible y, por ende, sobre la velocidad de rotación de la galaxia. No podía creerlo. Mi egoísta condición humana me impedía concebir que prácticamente somos basura para la Vía láctea (no exagero, así puede ser calificado el Sistema Solar por la posición que ocupa) y que no conocemos casi NADA de lo que no está frente a nuestras narices. Para variar, me traumé y éste es el nuevo dato curioso que le he platicado a todas las personas con las que he hablado desde que salí del Instituto de Astronomía de la UNAM.

Llegué mentando madres por la falta de estacionamiento y porque tuve que caminar mucho para llegar hasta la oficina de Bárbara Pichardo. Cinco horas después del ‘curso (mega) intensivo’ que me dio, salí preguntándome si estudiar comunicación fue la decisión correcta. Después dejé de preocuparme. Si Hubble (sí, el del telescopio) fue primero un brillante abogado y luego decidió dejarlo todo por cambiar la historia con sus descubrimientos, yo también podría hacerlo. Total, me queda toda una vida por delante y suficiente tiempo como para estudiar física, una maestría en astrofísica, un doctorado en astronomía y tres postdoctorados en el extranjero...

Aquí otros descubrimientos que me cambiaron la vida:
  • No se sabe por qué los cuerpos se atraen (a pesar de las leyes que existen sobre el tema, se desconoce la razón de por qué lo hacen).
  • No se sabe qué había en el ‘principio-principio’ del universo. El tiempo (¿la historia?) empieza a contarse a partir del diez a la menos cuarenta y tres segundos.
  • Las catapultas y las tomografías son inventos derivados de investigaciones astronómicas.
  • El término ‘años luz’ jamás es utilizado por los astrónomos. Lo usamos los simples mortales porque somos dummies.
  • Nuestro sol es una estrella tan pequeña que jamás será una Supernova y jamás se convertirá en hoyo negro. Terminará como una ridícula enana blanca y formará una nebulosa planetaria.
  • Las únicas imágenes reales que existen de la Vía láctea, son ‘vistas de perfil’. Sólo es posible imaginar cómo se vería ‘desde arriba’ mediante la observación de galaxias que los expertos imaginan que son parecidas a la nuestra y algunas simulaciones.
  • En el futuro, la Vía láctea se fusionará con Andrómeda y el gas se terminará, se formarán muchísimas estrellas nuevas y los hoyos negros de ambas también se fundirán en uno (no, no se morirá nadie ni será el fin del mundo).
  • TODO rota TODO el tiempo (la galaxia, su barra, sus brazos, las estrellas, los sistemas planetarios y TODO lo que los compone) y la velocidad de este movimiento depende de la masa de los cuerpos (tanto de la propia como de la que los rodea).
  • Si no fuéramos desechos (si no estuviéramos tan lejos del centro de la Vía láctea, pues) habría muchas más estrellas que, al pasar cerca de nosotros, alterarían todo el Sistema Solar.
  • Lo impresionante del hoyo negro que está al centro de la Milky Way no es su tamaño como tal (no ‘mide’ gran cosa), sino la masa que posee.

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