domingo, 13 de febrero de 2011

Desencuentros (III)

La Dama caminó hacia la cama para sentarse escribir. Tarareaba ‘For all we know’. “Tomorrow may never come”, dijo Nina Simone.
Lo escuchó abrir la puerta del refrigerador. Dejó la computadora a un lado y se levantó para comprobar la vacuidad del clóset. Más espacio para ella y para los libros que colocó en entrepaños improvisados cuando él llego. Miró el sillón donde nunca más harían el amor. Percibió el último rastro de su loción en el pasillo y se imaginó el instante en el que ya no recordaría su aroma. Se permitió sufrir por adelantado.
Escuchó la caída de los frascos y empaques semivacíos en la bolsa de plástico del bote de basura. Botellas de Gatorade sin abrir, un paquete viejo de jamón serrano y tres envoltorios distintos de queso a medio terminar. El descuidado desplome de los cascos inservibles de cerveza resonó desde un contenedor de desperdicios por separado.
Se sintió tentada a salir del cuarto y pedirle que se quedara. Pensó también en verlo tomar las maletas y observarlo echando una última mirada al departamento que por tanto tiempo compartió con ella. Regresó a la computadora que dejó sobre la colcha roja y cerró los ojos con el conocido nudo atravesado en la garganta. Decidió que nunca más lo detendría.
El sonido de la cerradura fue casi inaudible. La Dama siguió tarareando. “Yes tomorrow, may never never come. For all we know”. Pasos alejándose al otro lado de la puerta principal y la historia comenzando a desdibujarse para reiniciarse como ‘un algo más’. Entonces empezó a escribir.

2 comentarios:

  1. Despedidas y despedidas.....

    Quiza ya sea tiempo de un reencuentro..=)


    Buena semana redactora.


    Saludos

    Osxcar

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  2. Jajaja Tienes razón. Lo curioso es que no es anécdota ni recuerdo :P
    Algún día de éstos me inventaré un reencuentro.
    Saludos :)

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